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jueves, 3 de noviembre de 2011

Relato de Halloween

-¡No, no pienso hacerlo! -dijo Molly-
-Vamos, hombre... ¡Qué no es para tanto! -objetó Cris-
-Venga, es sólo un trozo de tierra dónde yacen los restos de gente, nada más -ayudé yo-
Lara se limitó a asentir. Al final, conseguimos que Molly aceptara y viniera con nosotras al cementerio la noche de Halloween. Era nuestro plan terrorífico. Iríamos allí cuando oscureciera, montaríamos una tienda de campaña y a la luz de una linterna, contaríamos historias de terror. Iríamos el grupo de siempre: Molly, Lara, Cris y yo, nadie ni nada más.
Llegó la noche de Halloween y nosotras nos adentramos en el cementerio. Cris (la más valiente del grupo) llevaba la tienda de campaña, y caminaba como Pedro por su casa, sin ningún temor. Molly iba pegada a Lara del brazo, sintiendo terrible terror. Y yo iba cerrando la fila, la última de todas. Caminando hacia la zona de césped en la que teníamos pensado acampar, vi en una de las lápidas un póster de un extraño grupo de lo que al parecer era Heavy Metal o algún otro tipo de música extravagante. A mí que me encanta la música Heavy, no pude reprimir mis impulsos de acercarme. "Al fin y al cabo, el muerto no lo necesitará más, ¿no?" pensé. Así que retiré las rosas que había encima del póster y lo cogí, lo doblé y lo guardé en la mochila que llevaba colgada a la espalda. Así, transcurrió toda la noche, sin zombies ni vampiros ni ningún otro tipo de muerto viviente, como cuentan en otras historias. A las 3 de la madrugada, recogimos el campamento y cada una volvió a su casa, a su cama calentita y cómoda.
Yo saqué el póster de mi mochila y lo colgué en la pared con un par de chinchetas. Me acosté y dormí con los atentos ojos de los cantantes del póster mirándome.
A la mañana siguiente, llamé a casa de Cris, después a la de Lara y a la de Molly, y en las tres casas me dijeron que sus hijas no habían vuelto anoche, que creían que se habían quedado en mi casa a dormir. Después de colgar el teléfono, me fijé en que el póster se había descolgado de la pared. Yo lo levanté, lo doblé y lo guardé en un cajón. Antes de doblarlo, vi (o eso creo que vi) que había 3 personajes más en el póster, una batería, otra guitarra y otra cantante.
No le di importancia, porque podía haberlo mirado mal anoche, ¿no?


Moraleja: No les quites nada a los muertos





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