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Os doy la bienvenida al blog de una adolescente dónde expresará su forma diversa de ver el mundo a todo color.

sábado, 21 de enero de 2012

Profesora desaparecida agradecidamente

Creo que hace demasiado tiempo que no os cuento alguna historieta de mi instituto, así, aquí llega una. Es obvio que después de las vacaciones de Navidad, no podía dejar de hablaros de mi maravillosa clase xD Os cuento:
Hace como... Desde principio de curso xD Nuestra profesora de naturales es.... ¡¡ODIOSA!! xD Nos hace exámenes cuando no los ha avisado, haber no me entendáis mal: Nos dice que un examen es el lunes y nos lo hace el miércoles de la semana de antes. O nos dice que vamos a repasar para un examen y se pasa la clase hablando de cosas que no tienen que ver con el tema, o estamos haciendo un ejercicio sobre un ratón y termina hablando de la presión atmosférica. ¡Nos trae a todos locos! ¡Nos cae fatal! Lo único que nos gusta de ella es que falta muy a menudo (tenemos clase los lunes, los martes y los miércoles con ella). La primera vez, faltó un lunes,  como quien no quiere la cosa, la puerta de clase de cerró misteriosamente y nos pasamos la clase solos (Muajajajaja!) Y así la puerta aprendió a cerrarse el martes y también el miércoles. Y todos los días que nos toca clase de naturales, la puerta se cierra misteriosamente, y si viene la profesora, que la abra ella, y si no, pues... ¡¡¡QUE VIVA LA PEPAAA!!! xDD Y esta semana, ha vuelto a faltar, así que todos mis compañeros y yo rogamos que si alguien la tiene secuestrada, que se la quede, y que si está malita, que se cure tarde. Esperamos que la profesora desparecida agradecidamente siga desaparecida una larga temporada.

Edit: El miércoles si que asistió a clase... ¡Secuestradores, volver a secuestrarla!

lunes, 16 de enero de 2012

Crucero: Santorini, Grecia

Vamos a ubicarnos: Día 8 del crucero, y el barco amarró en Santorini. Un bote nos llevó hasta Oia, el pueblo  más bonito de Santorini (A mi modo de ver). Mi madre y yo teníamos una excursión, pues eso, para ver Oia, porque desde dónde amarró el barco, Oia quedaba muuy muuy muuy lejos xD Creerme cuando os digo lo lejos que estaba, de verdad que no exagero. Pues eso, que vimos Oia y fue lo mejor de estar en Santorini. Fuimos a una cata de vinos y quesos que incluía la excursión y de vuelta a Santorini capital. Desde allí teníamos que coger un funicular para llegar hasta la zona en la que coger la lancha de vuelta al barco. Lo mejor del funicular fue que íbamos en la primera cabina, ¡fue genial! Lo gravé todo con la cámara, y ver cómo bajábamos sin ninguna otra cabina delante, ver cómo caíamos en picado, aunque sujetas por cuerdas, ya que, además, íbamos solas en el funicular, sin nadie más. Ya abajo, esperamos a que llegase la lancha, que tardó bastante, que nos llevó al barco, y nada más. Ahí terminó mi experiencia en Santoniri.

viernes, 6 de enero de 2012

Cattie Carlot: La búsqueda del regalo - Parte 2

-¡Ya sé! ¡Mira eso!
Johnny miró en la dirección a la que apuntaba el dedo de su hermana.
-¿Y qué, Cattie? ¿Qué le pasa a la chimenea?
-Johnny, ¡abre bien los ojos! Ahí hay una cuerda, ¿no la ves?
-Pues no... Yo no veo nada, Cattie.
-Hazme caso, Johnny, deja de dudar de mí. Ahí arriba hay una cuerda, y tú me tienes que ayudar a subir allí.
-¡¡¿Qué?!! ¿Estás loca? ¿Cómo te voy a subir a la chimenea?
Cattie Carlot miró a su hermano con ojos de corderito.
-Johnny, tienes que creerme... ¿Qué hay de mal en un poco de fe ciega? Hazme caso, sólo por una vez, Johnny...
Su hermano dudó unos instantes.
-Pero, Cattie, ¿y si te caes de ahí arriba? Yo sería el responsable.
-Todo va a salir bien, Johnny, no me voy a caer y vamos a encontrar los regalos, ya verás.
Johnny cogió una escalera y la colocó en la terraza.
-Haber, Cattie, yo voy a subir, y tú te vas a quedar aquí abajo, sujetando la escalera. Si veo la cuerda, te lo digo y subes conmigo, ¿vale?
Cattie Carlot asintió, y así lo hicieron. Johnny subió al tejado y vio la cuerda, atada a una teja colgando del tejado. Hizo una señal a su hermana para que subiera.
-¿Ves que había una cuerda? -dijo, una vez arriba-
-Vale, ¿y ahora qué hacemos?
Cattie siguió la cuerda con la mirada, y se acercó a la chimenea.
-¡Ya sé! ¡Ya sé lo que hay que hacer! Escúchame, tenemos que dejar la cuerda caer chimenea abajo, y después, tenemos que bajar por ella.
-Pero, Cattie, eso nos llevaría al salón, y allí ya hemos mirado, ¿recuerdas?
-Tú hazme caso, Johnny.
Johnny ya había pasado mucho esa mañana como para no creer a su hermana esta vez. Así que dejo caer la cuerda y se deslizó por ella (su chimenea era bien ancha) hasta que, inesperadamente, se topó con algo.
-¡Ay!
Johnny miró hacia abajo. ¡No se lo podía creer! Empujó con los pies lo que se interponía entre el salón y él, hasta que la cosa cedió y el se deslizó cuerda abajo hasta el salón.
-¡Corre, Cattie, baja!
Cattie bajó al salón y vio con orgullo como su hermano y ella había encontrado los regalos extraviados de esa Navidad del 20011.
-¡Estaban atascados en la chimenea! ¡Qué guay!
Y así, Johnny y Cattie se sentaron en la moqueta del salón y comenzaron a abrir sus regalos.

FIN